En Corea del Sur, el cuidado de la piel no es una moda, es una cultura. El K-Beauty combina investigación científica, ingredientes naturales y rituales conscientes que mantienen la piel saludable antes de que aparezcan los problemas. Su filosofía es simple: prevenir es mejor que restaurar. Por eso, las rutinas coreanas se basan en texturas ligeras, hidratación profunda y pasos específicos que ayudan a equilibrar la piel.